En los últimos años, la participación política de las mujeres y la búsqueda de fórmulas para garantizar que la misma se pueda dar sin discriminación, sin violencia y en condiciones de igualdad en relación con los hombres, se ha convertido en un tema objeto de análisis y de debate por parte de organizaciones sociales, movimientos y partidos políticos y las autoridades electorales.
Las pasadas elecciones de autoridades locales 2023 no fueron ajenas a este debate. En medio del recrudecimiento de la violencia política en diferentes zonas del país, la afectación a los liderazgos sociales, políticos y comunales, también alcanzó a las mujeres, en particular, a aquellas que ejercen un liderazgo político. En particular, durante el año electoral, los hechos de violencia en su contra incrementaron en un 158,8% en comparación con el 2019.
Aunque la MOE ha insistido en que son varios los factores que inciden en contra de la participación política de las mujeres, sin duda alguna la violencia política es una amenaza para la consolidación de la democracia en nuestro país. La violencia excluye de forma directa a las mujeres en la conformación del poder político y envía un mal mensaje en el que la política puede ser percibida como una actividad no segura, que no brinda garantías para las mujeres.
Con base a los datos de violencia política recolectados por el Observatorio Político de la Democracia de la MOE en el período comprendido entre el 29 de octubre de 2022 y 29 de
octubre de 2023, así como los resultados electorales con datos del escrutinio al 14 de noviembre de 2023 ( 99,9% de los escrutinios municipales y el 87.8% de los escrutinios generales), en este informe la MOE recopila lo experimentado por las mujeres en este año electoral para poder participar y acceder en la conformación del poder político a nivel territorial en todas las regiones del país.
En un primer momento se brindan datos sobre la forma en que este período electoral fue particularmente violento para las lideresas políticas. Más específicamente, describe cómo
las mujeres candidatas que decidieron participar en la contienda del año 2023, además de la violencia visible,también debieron enfrentarse a la violencia simbólica mientras competían por acceder a uno de los 17.500 cargos en disputa en estas elecciones.
En la segunda parte, este documento efectúa un balance general de las elecciones, y basado en los datos, muestra cómo a pesar de la consagración del principio de igualdad y varios avances legislativos, la participación en política de entrada no implica lo mismo para hombres y mujeres, y por ende no parten desde el mismo punto para materializar sus aspiraciones políticas. A pesar de ligeros incrementos en el número de candidaturas y la elección de mujeres, se sostiene un progreso lento, mínimo, lejos de representar de manera suficiente a las mujeres en el escenario político y de poder nacional.
En resumen, para la MOE estas elecciones locales 2023 nos dejan como lección que la violencia política basada en el género, no sólo se mide en el número de situaciones o hechos violentos, sino que, igualmente, se refleja en la ausencia de mecanismos efectivos para garantizar la participación como candidatas y para finalmente ejercer cargos de representación en condiciones de igualdad, en los distintos cargos y corporaciones en el país. En estas elecciones, el resultado de la representación de mujeres equivalente al 25% en todos las corporaciones. Contrario a verse como una conquista, debería ser interpretado como un
llamado de atención orientado a adoptar de manera urgente las medidas pertinentes y suficientes que materialicen de cara a próximos procesos electorales, la delimitación, implementación y funcionamiento de los principios y los mecanismos que garanticen para las
mujeres una participación igualitaria, segura y libre de violencias
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